Visión 4.0: denunciaron que les recetaron anteojos a los chicos cuando no los necesitaban o con doble graduación
A una de las nenas le dijeron que tenía astigmatismo con una graduación de 0,75 en cada ojo, su madre le realizó los estudios particulares y resultó que no tenía problemas en la visión.
El Gobierno a través de la Universidad de La Punta (ULP) puso en marcha el Plan Visión 4.0, un programa dedicado a recorrer las escuelas de la provincia con el objetivo de detectar problemas oculares en los alumnos de las primarias. Sin embargo, el descontento por parte de los tutores sanluiseños no tardó en llegar. Fue lanzado en abril por la ministra de Ciencia y Tecnología y rectora de la casa de estudios, Alicia Bañuelos.
La madre de una niña que asiste a la escuela Bernardino Rivadavia decidió hacer público su descontento con el programa, ya que a su hija le recetaron anteojos cuando en realidad no tiene problemas oculares.
“Mi hija me contó que fueron hacerle un control a la vista, pero lo único que le hicieron hacer es ver las letras y ella tenía que decir cómo veía. Después le dieron a elegir unos anteojos y hace 20 días aproximadamente se los entregaron”, contó la mujer que prefirió resguardar su identidad, en diálogo con El Chorrillero.
Explicó que apenas la hija llegó a su casa con los anteojos se los probó, pero le llamó la atención la alta graduación que tenía: “Para mí era un montón porque yo tengo 0,50. Le dije que se los pruebe y me respondió que no los quería usar porque veía nublado y le hacían arder la vista”.
“Cuando voy al oculista hacerme un control a la Clínica del Ojo le comentó a la doctora y me solicitó que le haga los estudios aparte porque se desconocen si las personas que están realizando estas intervenciones son matriculados”, manifestó.
El 26 de abril desde la Asociación de Oftalmología de San Luis emitieron un comunicado donde advirtieron a la población sobre el programa porque “pone en riesgo la salud visual” de los chicos debido a que “no se realiza el examen oftalmológico según los criterios” establecidos. En concreto, no avalan la metodología que llevan adelante para recetar anteojos.
“Ayer fuimos a hacerle el control y la oculista nos dijo que mi hija tiene la vista perfecta. Me comentó que hay un montón de niños en la misma situación que les entregan lentes cuando en realidad no necesitan”, señaló.
Otro padre explicó que a su hijo le ocurrió algo similar: “Le dieron uno con el doble de aumento del que él necesitaba”.
“Nosotros cuando lo recibimos, automáticamente fuimos a su oftalmólogo a controlar los lentes y no era la graduación que necesitaba. Un desastre, lo único que sirvió fue el marco, pero los vidrios que es lo importante no”, dijo.